Buenas noches...
Otoño... El sol se pone... y mientras, el aire, ha dejado de correr...
Se recorta sobre el cerro la silueta del castillo, -ya en ruinas-, y se impone su muralla sobre el camino que recorro. Antes del oscurecer, se hace el silencio húmedo, umbrío, que precede a las sombras... He parado el coche para lanzar la última ojeada al testigo de un mundo que fué y que desapareció para cambiar... Recorrí sus restos cuando aún calentaba el sol de la tarde.
Parece, -en este alto en la cañada, a sus piés-, que se afinaran los sentidos... pendientes de cualquier suceso....
Suena el canto del ruiseñor en los árboles, y la paz del lugar es inmensa.
Castell de Marmellar, testigo del tiempo que pasa y que debiera traer un mundo mejor... |
Jordi F.
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